El caos y desconcierto son totales. Son las 6 de la mañana del 14 de mayo de 2004 y las líneas de emergencia de California están sobrecargadas de denuncias: todos los latinos del estado han desaparecido de forma repentina y sin dejar rastros.
Ese es el detonante de la película “Un día sin mexicanos” (o “A Day Without a Mexican” en inglés), una comedia que cobra nueva vida 20 años después de su estreno. Su tema, la migración latina, está en el centro de la actual campaña presidencial estadounidense.
De hecho, sus creadores, Sergio Arau y Yareli Arizmendi, han estado de gira con la cinta y en una reciente proyección les llamaron “profetas”. En otra, en cambio, les preguntaron en qué lugar de México está Venezuela.
La película es provocadora ya desde el título, que incluye una sola nacionalidad —mexicana— a pesar de que la desaparición afecta a toda la comunidad latina, una muestra de que en California muchas veces “se presume que todo hispano es mexicano”.
Los creadores del filme lo saben bien porque ellos mismos son migrantes.